Jesús, poeta de la compasión

¡Qué hermoso tener un Padre que, para hacernos saber cuánto nos ama, nos cuenta historias que nos agarran desprevenidos, nos sorprenden y nos desarman – removiendo obstáculos que podrían llevarnos a negar su amor para nosotros!

 

Taller de liderazgo Cochabamba Bolivia

 

El Dios de Jesucristo nos enseña con cariño quién es el Dios de compasión en los cielos que quiere hacer su morada entre nosotros acá en la tierra. Jesús no vino enseñando doctrinas abstractas, vino proclamando el amor de Dios que desea cambiar hasta lo más imperceptible de nuestra existencia.

 

Esta semana pasada tuve la bendición de compartir con personas muy queridas en Cochabamba, Bolivia – hermanos y hermanas que a mí me reflejan el amor compasivo de Dios. Fue un tiempo de mucho aprendizaje para mí. Aprendimos juntos en pequeños grupos haciendo exégesis, lectio divina y a través de obras de arte que dibujan el significado de las parábolas. Doy muchas gracias a Dios por el tiempo compartido y por los desafíos que nos llaman a profundizar cada vez más en el misterio que es la vida en Cristo Jesús.

 

¡Qué Dios les siga bendiciendo grandemente para que sus vidas y sus ministerios sean formados por el Dios de compasión que Jesús revela en las parábolas!

Oración por los/as teólogos/as

En su día

Lima, 30 de noviembre 2013

 

Ay Señor del cielo y de la tierra

Ten piedad de estos funcionarios de tu reino

Que tantos malos y buenos momentos

Te han hecho pasar

 

Ten piedad de estos escribas

Que han escrito en tu nombre

Para bien y para mal

 

Apiádate buen Dios

De sus ideas pequeñas

Frágiles o punzantes

Sobre tu esencia inaprensible

 

Acaricia con tu clara pasión

Sus cabezas acaloradas por tratar

De contener tu mar

 

Acaricia sus frentes sudorosas

Por tratar de resolver

La raíz cuadrada y el algoritmo

De tu nombre

 

Besa sus ojos

Ciegos de tanta luz

 

Besa sus manos limpias

Y arrójalos a tu camino polvoriento

E impreciso

 

Lleno del lodo miserable

De la historia de este mundo

 

Ay Señor perdónalos

Porque sí saben lo que hacen

 

Límpialos con hisopo

Y serán más blancos que la nieve

 

Abrázalos y tómalos en tu regazo

Y que nadie impida que vengan a ti

Para que Tú con tu mano de albañil

Los bendigas por siempre.

 

– Luis Cruz Villalobos

 

Mientras algunos teólogos escriben tomos interminables sobre Dios y otros hablan como si tuvieran la seguridad de todo lo que pronuncian sus labios, existen otros que están conscientes de su finitud.

 

Richard Rohr, en su libro La Biblia y su espiritualidad, recalca el hecho que lo que deberían siempre acompañar al estudiante de la Palabra de Dios y el objeto de su revelación (Dios y más específicamente Jesucristo), son la humildad y el asombro. Sin estas dos virtudes, somos tentados a la arrogancia.

 

la humildad y el asombro son consecuencias naturales de la contemplación de la creación que señala al Creador todopoderoso
la humildad y el asombro son consecuencias naturales de la contemplación de la creación que señala al Creador todopoderoso

 

Salomón ofrece un sabio consejo:

 

Guarda tus pasos cuando vas a la casa de Dios, y acércate a escuchar en vez de ofrecer el sacrificio de los necios, porque éstos no saben que hacen el mal.

No te des prisa en hablar,
ni se apresure tu corazón a proferir palabra delante de Dios.
Porque Dios está en el cielo y tú en la tierra;
por tanto sean pocas tus palabras.
Porque los sueños vienen de la mucha tarea,
y la voz del necio de las muchas palabras.

Cuando haces un voto a Dios, no tardes en cumplirlo, porque El no se deleita en los necios. El voto que haces, cúmplelo. Es mejor que no hagas votos, a que hagas votos y no los cumplas. No permitas que tu boca te haga pecar, y no digas delante del mensajero de Dios que fue un error. ¿Por qué ha de enojarse Dios a causa de tu voz y destruir la obra de tus manos? Porque en los muchos sueños y en las muchas palabras hay vanidades; tú, sin embargo, teme a Dios.

 

Eclesiastés 5:1-7 LBLA

 

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Luis Cruz Villalobos. (2013). Entre adioses y retornos: poesía. Santiago de Chile: Hebel Ediciones. http://www.benditapoesia.webs.com.

 

Richard Rohr. (2012). La Biblia y su espiritualidad. Cantabria: Editorial Sal Terrae.

La lectura devocional de la Palabra

Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes,
pidan lo que quieran y lo obtendrán.

La gloria de mi Padre consiste en que ustedes den fruto abundante,
y así sean mis discípulos. Juan 15:7-8 LPD

 

Hay que estudiar la Biblia. Hay que conocer la Sagradas Escrituras. Hay que leer y entender el consejo de Dios. También hay que dejar que ese consejo, la Palabra de Dios, transforme nuestra existencia.

 

el apóstol Pablo escribe sus epístolas a las iglesias
el apóstol Pablo escribe sus epístolas a las iglesias

 

Un acercamiento al texto bíblico que es muy antiguo y poco conocido hoy en día es la lectio divina, que quiere decir “lectura sacra o santa”. Este estilo de lectura nos recuerda que la Biblia es la Palabra viva de Dios (Hebreos 4:12-13). Se le dio ese nombre a partir del siglo VI aunque sus comienzos remontan hasta el siglo III.

 

Antes que nada, elegí un pasaje corto, entre dos y quince versículos. La idea no es abarcar grandes porciones de la Escritura sino llegar a comprender, con la mente y con el corazón, un pasaje de inspiración divina. Ahora, leemos la Palabra para nuestra formación, no para adquirir información.

 

Los cinco movimientos de la lectio divina:

 

I. Lectio – lectura de la Palabra

 

  • Leé un pasaje por lo menos dos veces en voz alta, lentamente.

 

II. Meditatio – meditando en la Palabra

 

  • Dejá que el texto interactúe con tus pensamientos y deseos.

 

III. Oratio – respondiendo a la Palabra

 

  • Orá a Dios por los desafíos que encontrás en el pasaje.

 

IV. Contemplatio – reposando en la Palabra

 

  • Cultivá la receptividad a la Palabra y resposá en la Palabra.

 

V. Operatio – siendo formado por la Palabra

 

  • Tomá lo que aprendés de la Palabra y practicala en tu vida.

 

Un excelente pasaje para comenzar a gozar de este acercamiento a la Escritura es Juan 15:1-11. Acordate que la idea no es estudiar las palabras en su idioma original ni buscar otras referencias bíblicas que hablan del mismo tema. ¡No hay que salirse del pasaje para buscar otros textos bíblicos! Quedate con el pasaje elegido y dejá que te lleve a pensar y reflexionar.

 

Y no te olvides de poner en práctica lo que aprendés a través de la interacción con el texto bíblico. Si te sentís llamado a arrepentirte por algún pecado, a reconciliarte con algún hermano, a confesar algún pecado, a dar gracias por las bendiciones recibidas, a celebrar la esperanza que tenés en Cristo, hacelo. Esto no es un ejercicio mental sino un ejercicio de la mente y del corazón.

 

Que Dios bendiga ricamente el tiempo que pasarás profundizando en las Sagradas Escrituras.

 

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Tres libros que recomiendo para estudiar este y otros acercamientos a la Escrituras son:

 

Rocío Ga Garcimartín. (2011). La lectio divina: un itinerario antiguo con posibilidades nuevas. Navarra: Editorial Verbo Divino.

Francisco Contreras Molina. (2007). Leer la Biblia como Palabra de Dios: claves teológico-pastorales de la lectio divina en la Iglesia. Navarra: Editorial Verbo Divino.

Euguene Peterson. (2011). Cómete este libro: recibe lo que Dios revela. Miami: Editorial Patmos.