Agnes Gonxha Bojaxhiu, mejor conocida como Madre Teresa nació en Uskub, una ciudad del imperio otomano el 26 de agosto del 1910. Murió el 5 de septiembre en Calcuta, India.
Teresa de Calcuta nos deja la siguiente reflexión:
En el cielo, la Santísima Trinidad debe de haberlo discutido. «¿Cuál es la mejor manera?» Dios amaba tanto al mundo –es decir, a ti y a mí–, que no eligió las riquezas ni la grandeza, sino que se hizo pequeño; no [nació] en un palacio sino de una virgen, y ni siquiera como un niño cualquiera sino en un pesebre. Su madre, María, no esperaba que naciera de este modo, tan extraño. ¿Por qué? Detengámonos y pensemos, ¿por qué? La pobreza debe de ser muy hermosa en el cielo si Jesús se hizo tan pequeño, con la sencillez de los niños, los animales . . . La pobreza debe de ser muy hermosa en el cielo. Jesús podía tenerlo [todo], pero así lo escogió. Podría haber tenido un palacio. Preguntaos: «¿A qué se debe la elección de Jesús?» Para facilitar la respuesta debemos conocer de veras [lo que es la pobreza]; para ser capaces de entender a los pobres debemos saber lo que es la pobreza. ¿Por qué se hizo Jesús tan pobre? Para poder comprender mi pobreza, mi pequeñez, mi debilidad, mi poquedad.
Madre Teresa. (2012). Donde hay amor, está Dios. El camino a una íntima unión con Dios y un mayor amor por los demás. Brian Kolodiejchuk, ed., Núria Pujol Valls, trad. Barcelona: Planeta., pp. 47-48.
Aquí también compartimos algunas máximas de la Madre Teresa:
«Quiero que hagas el esfuerzo de ser santo, no en grandes cosas, porque no tenemos grandes cosas que hacer; pero cuanto más pequeña sea la cosa, mayor el amor.»
«La obediencia es el acto más perfecto de amor a Dios. Obedezco, no porque tenga miedo, sino porque amo a Jesús.»
«Tememos el futuro porque estamos desperdiciando el hoy.»