Pablo Alaguibe, nuestro primer poeta publicado en la Revista Hagioscope, es un poeta osado y valiente.
Osado porque se anima a indagar e incomodar a sus lectores con preguntas pertinentes que muchas veces revelan la hipocresía o apatía de los seres humanos.
Valiente porque no se queda sólo preguntando y perturbando, sino que se esfuerza para explorar en qué consiste la buena vida como miembro de una comunidad.
Pablo es el fundador de Ediciones del Altillo en la ciudad del Mar de Plata, Argentina. Sus libros son publicados artesanalmente en su taller casero.

Les comparto dos poesías, una osada y otra valiente.
Salmo de desorientación
¿Por qué insiste Dios en los jazmines
cuando en Nigeria tantos niños
han quedado tendidos para siempre
en el piso de la escuela?
¿Por qué se despereza la semilla
y nace el brote por la noche,
mientras suenan las alarmas,
los gritos y disparos en el barrio?
¿Sonríe Dios cuando la flor florece?
¿Se olvida de lo otro?
De algo se olvidan los que son felices.
Es necesario no saberlo todo.
¿Cómo se puede ser Dios,
saber lo que ha pasado,
y seguir pintando amaneceres,
seguir imaginando calabazas,
colores de moluscos,
niños posibles, lunares en mejillas,
formas de nubes,
perfumes de manzana?
¿Está contento Dios o llora?
¿Llora la historia humana cada noche
y vuelve a inspirarse en las mañanas?
Mientras no lo sabemos,
tenemos hijos, los mimamos
y jugamos con ellos en el patio,
como si nada.
Sabemos del horror que los acecha.
Les damos a probar frutillas
dulces y ácidas.
Disfrutamos su asombro.
Reímos de sus caras.
Cuaderno Rojo, Ediciones del Altillo, 2018.
Seremos tu familia
Seremos los que abraces y te abracen.
Los que no siempre te entiendan.
Seremos los primeros
a quienes quieras contar tus novedades.
Y con los que querrás ir a llorar corriendo.
Te veremos crecer,
y nos verás cambiar de ideas.
Descubrirás de a poco nuestra inconsistencia,
el triste abismo
entre lo que quisiéramos ser y lo que somos.
Perderemos el rumbo cerca tuyo.
Perderemos el tiempo.
y comeremos lo mismo muchas veces,
en ocasiones dulces y saldas.
Soñaremos mundos parecidos,
aunque no idénticos.
Nos reiremos de los mismos chistes.
Compartiremos los vinos y los panes,
los resfríos y las pestes. Y luego los remedios.
Intentaremos controlarte y,
con la ayuda de Dios, jamás lo lograremos.
Tendremos que aprender a disfrutar
de que hagas lo contrario a nuestros planes,
y para lo cual estabas hecho.
Tomaremos distancia.
Diremos cosas feas unos de otros.
Nos perdonarás y nos reencontraremos.
No reemplazaremos a la familia de tu sangre.
Solo seremos una más. Pero una que se elige.
Tendrás con quienes caminar
cuando te duelan las rodillas.
Llegarás a la última puerta rodeado
por un montón de inevitables compañeros.
Les dirás hasta luego con la mano,
y te dirán: ¡NOS VEMOS!
Cuaderno Verde Limón, Ediciones del Altillo, 2018.